La definición operacional de la variable, implica
seleccionar los indicadores contenidos en ella, de
acuerdo al significado que se le ha otorgado a través de sus dimensiones como variable de estudio
en la respectiva investigación. Esta etapa del proceso de operacionalización de una variable, debe
indicar de manera previa el qué, el cuándo y el
cómo de la variable y las dimensiones que la contienen. Se trata de encontrar los indicadores para
cada una de las dimensiones establecidas; o como
señala Hernández et al la definición operacional
“especifica qué actividades u operaciones deben
realizarse para medir una variable” (3)
.
Por otra parte, Polit y Hungler(13), afirman que la
definición sea precisa, esta debe especificar de
qué manera se observará y medirá la variable en la
situación de investigación real. De acuerdo a estos
autores, esta definición operacional de la variable,
a través de los indicadores está permitiendo hacer una medición u observación del fenómeno,
en su justa dimensión. Idea que coincide con la
expresada por Hempel (1952), citado por Ávila(14)
,
quien afirma que “la definición operacional de un
concepto consiste en definir las operaciones que
permiten medir ese concepto o los indicadores
observables por medio de los cuales se manifiesta
ese concepto”.
Al respecto, Hernández, Fernández y Baptista(3)
,
refieren que la definición operacional constituye
el conjunto de procedimientos que describe las
actividades que se deben realizar para recibir las
impresiones sensoriales, las cuales indican la existencia de un concepto teórico. Ramírez(15), señala
que “una variable conceptualmente delimitada
nos servirá de “faro” durante todo el proceso que
va desde decidir sobre el tipo de información que
se va a recolectar, los métodos y técnicas a utilizar, hasta el tipo de instrumento o instrumentos
que se va a construir para recolectar los datos necesarios para comprobar la hipótesis o lograr los
objetivos”.
EJEMPLO:
Una variable es operacionalizada con el fin de convertir un concepto abstracto
en uno empírico, susceptible de ser medido a través de la aplicación de un
instrumento. Dicho proceso tiene su importancia en la posibilidad que un
investigador poco experimentado pueda tener la seguridad de no perderse o
cometer errores que son frecuentes en un proceso investigativo, cuando no
existe relación entre la variable y la forma en que se decidió medirla, perdiendo
así LA VALIDEZ (grado en que la medición empírica representa la medición
conceptual). La precisión para definir los términos tiene la ventaja de comunicar
con exactitud los resultados.
Algunas variables son tan concretas, o de igual significado en el ámbito
mundial, que no requieren operacionalización, por ejemplo: el sexo de los
individuos, los colores del semáforo como señal de tránsito, la ubicación o
estructura de órganos en el cuerpo humano, entre otros. La operacionalización
de variables se hace necesario por el grado de dificultad que representa la
definición de algunas de ellas dado que corresponden a conceptos abstractos
tales como: autoridad, calidad de vida, educación, riesgos biológicos, bienestar
del enfermo y otros, que pueden tomar diferentes significados según el tipo de
estudio y el interés o disciplina del investigador que lo realiza. Este proceso
está descrito en algunos textos, solamente con algunos de los aspectos aquí
considerados, lo que quiere decir, que no siempre será absolutamente
necesario realizar todo el ejercicio que se plantea y será decisión del
investigador, acorde con sus habilidades, llevarlo a cabo parcial o totalmente.
No obstante, es importante conocer el significado y la utilidad de cada columna
en el esquema para decidir, en cada caso particular, cuáles de ellas se hacen
imprescindibles.
CITAS:
Inés S, López B. Operacionalización de Variables [Internet]. Unam.mx. [citado el 3 de octubre de 2022]. Disponible en: http://fcaenlinea1.unam.mx/anexos/1349/1349_u2_Act2.pdf
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